La pizza es, sin duda, uno de los platos más queridos de la cocina italiana.
Estamos acostumbrados a comer pizza a todas horas, de todas las formas y en todas las épocas del año, y con una variedad prácticamente ilimitada de ingredientes.
¿Ha intentado alguna vez hacer su propia pizza en casa?
Si nunca lo has intentado creyendo que era demasiado difícil o complicado, deberías retractarte de tus convicciones.
Hacer una excelente pizza en casa no es demasiado fácil pero tampoco imposible: ciertamente el uso del horno eléctrico modificará algunas características de la pizza casera, que nunca será perfectamente idéntica a la del restaurante con horno de leña.
Y, sin embargo, hacer una buena pizza con tus propias manos puede dar grandes satisfacciones.Veamos cómo hacer pizza en casa, qué errores hay que evitar y cuáles son los secretos para preparar y servir una gran pizza.
Los ingredientes para una pizza perfecta
Ciertamente, la receta de una buena pizza comienza con la elección de los ingredientes adecuados.Veamos a continuación qué ingredientes elegir para un resultado excelente.
- Harina: El primer ingrediente en el que hay que pensar, cuando decidimos hacer pizza en casa, es sin duda la harina. Hay varias recetas y escuelas de pensamiento sobre cuál es la mejor harina para hacer pizza. Hay muchas recetas y escuelas de pensamiento sobre qué harina es la mejor para hacer pizza. La harina 00 se utilizará sin duda en nuestra masa: hay quienes prefieren utilizar sólo harina 00 de un tipo particular, llamada «harina de fuerza», y quienes prefieren mezclar la harina 00 con la harina manitoba, que es excelente para la sujeción de la masa.En general, mezclar varios tipos de harina no es una práctica muy ortodoxa, pero a menudo da lugar a excelentes pizzas, así que ¡siéntase libre de experimentar! Sustituyendo la harina 00 por harina integral, obtendrás una masa algo menos sabrosa, así que recuerda añadir una pizca de sal si optas por hacer una pizza integral.
- Levadura: la elección y adición de la levadura a nuestra masa es de suma importancia, ya que decidirá tanto la consistencia como la digestibilidad de nuestra pizza casera.Lo ideal sería utilizar la menor cantidad de levadura posible (favoreciendo la digestibilidad de la masa), y dejar levar la masa durante al menos 12 horas. El uso de una mayor cantidad de levadura permite que nuestra pizza suba mucho más rápido, pero sin duda hará que la comida sea más pesada.¿Qué tipo de levadura debemos elegir? La levadura madre, sin duda, es el mejor producto disponible.Sin embargo, la levadura de cerveza, más utilizada, nos permite obtener una excelente pizza casera.
- Agua: la masa de una buena pizza debe ser muy, muy blanda.Hay que añadir una buena cantidad de agua, a ser posible tibia, durante la preparación de la masa.
- Aceite de oliva virgen extra: no será difícil encontrar una buena botella en casa.El aceite, estrictamente de oliva, servirá para dar elasticidad y suavidad a su masa.
- Sal: la sal es esencial para una buena masa, pero es muy importante no dejar que entre en contacto directo con la levadura, porque podría impedir su acción.
- Azúcar: puede sonar extraño, pero el azúcar es tan esencial como la sal para preparar una buena pizza.A diferencia de la sal, de hecho, su función es activar la levadura.No te preocupes: una pizca de azúcar no afectará en absoluto al sabor de la masa.
Una vez que hayas dispuesto todos los ingredientes alrededor de tu bol, o en tu encimera, puedes empezar con el proceso propiamente dicho.
¿Cómo hacer la masa de la pizza?
Si te preguntas cómo hacer pizza en casa y cuál de las muchas recetas disponibles debes seguir, la primera pregunta que te harás es: ¿en qué cantidad poner los ingredientes en la masa? Pues bien, la receta más popular para hacer pizza indica estas proporciones:
- 500 gramos de harina (en total);
- 400 gramos de agua;
- 1,5 gramos de levadura seca (correspondiente a unos 3 gramos de levadura de cerveza en rollos)
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra;
- 11 gramos de sal;
- media cucharadita de azúcar blanco.
Coloca la harina en un montón, y ahueca la parte superior para poder introducir los ingredientes líquidos sin que se salgan (si trabajas en un bol no será necesario, obviamente, tomar esta precaución).
A continuación introducirás la levadura y el azúcar, y después el agua.
Si ha optado por utilizar sólo harina integral para su preparación, añada el agua a la harina y deje reposar la mezcla durante unas dos horas a temperatura ambiente, antes de proceder con el resto de los ingredientes.
Recién en este momento será el momento de agregar la sal y el aceite. Ya vimos que agregar la sal con los otros ingredientes secos es un error que puede costarnos que no suba.
En este punto, amasar enérgicamente la masa durante al menos diez minutos, doblándola en todas las direcciones, y formar una bola.
Colocar la bola en un recipiente, cubierta con un paño de cocina o un envoltorio de plástico: nuestra pizza está lista para la segunda fase, la del leudado.
El leudado perfecto
El leudado es, sin duda, la fase más delicada, y la decisiva para que la pizza esté hecha a la perfección. El leudado ideal dura al menos ocho horas, se realiza a temperatura constante y en un lugar hermético.
Independientemente del tiempo que se decida invertir en el leudado (ya hemos visto que bastará con añadir levadura para acortar el tiempo), es importante que la masa esté a temperatura constante durante todo el tiempo, y que esté bien tapada y aislada del exterior.
Si quiere que la pizza fermente durante más de 12 horas, deberá ponerla a leudar en el frigorífico: si quiere una pizza napolitana perfecta, por ejemplo, sepa que debe prever al menos 16 horas de fermento.
Un tema que siempre divide a la gente es la llamada «pezzatura», es decir, la división de la masa entera en trozos: hay quienes sostienen que debe hacerse antes de la subida, y quienes prefieren dejar que la bola entera suba primero durante 4/8 horas, para luego proceder a la pezzatura y dejar que los trozos divididos suban durante otras 4/8 horas.
La temperatura para un buen leudado debe estar entre 26 y 28 grados: una temperatura más baja podría inhibir la levadura, creando mucha frustración al ver una masa mucho más pequeña de lo que esperamos encontrar bajo el paño.
Una de las soluciones más eficaces, en este sentido, es poner la masa a leudar dentro del horno apagado, pero con la luz encendida.
Extender y sazonar la pizza
Una vez que la masa está lista para ser amasada, puedes pasar a la parte más divertida y fácil de hacer una pizza: extenderla. ¿Vas a utilizar las manos o un rodillo? Eres libre de elegir, teniendo en cuenta que los grandes pizzeros del mundo recomendarían sin duda utilizar las manos.
La masa debe ser «pirlare», es decir, debe ser aplastada hacia sí misma y luego en la dirección opuesta durante al menos cuatro o cinco veces.En este punto es usted quien debe decidir si vuelve a dividir la masa o la amasa toda junta.Siguiendo las cantidades indicadas en la receta básica anterior, tendrá la masa para una sartén más grande que las proporcionadas con el horno eléctrico en casa.
Después de extender la masa, hay que dejar reposar la pizza durante media hora más.Una vez lista, se volverá a extender con el mismo método utilizado para el primer rollo de masa.
Cuando la superficie, el tamaño y la altura de la pizza sean de su agrado, entonces podrá pensar en los ingredientes. Aquí prácticamente no hay límites a la imaginación: puedes aderezar tu pizza con salsa de tomate y mozzarella, para la clásica pizza margarita, o lanzarte a experimentar hasta el límite de lo imposible. Realmente hay pizzas de todo tipo y tamaño.
Lo importante es tener en cuenta el tiempo de cocción de los distintos ingredientes que vas a colocar encima de la pizza: si la salsa de tomate necesita el mismo tiempo de cocción que la masa, no ocurre lo mismo con el queso y algunas verduras. Y ni siquiera para las rodajas de piña.
Muchos ingredientes deben colocarse a mitad de cocción, si no están crudos: es el caso de la hoja de albahaca que destaca en todas las fotos de una pizza margherita, la piña en la pizza hawaiana, la trufa, el orégano en la mejor pizza napolitana.
La pizza debe cocinarse durante muy poco tiempo y a temperaturas muy altas. En el horno de casa esto casi nunca es posible, así que la mejor solución es precalentar el horno a 220 grados y dejar que la pizza se cocine durante unos 20 minutos.Para obtener resultados aún mejores, es muy recomendable utilizar el horno eléctrico para pizzas.
Los últimos consejos para una pizza perfecta
Siguiendo la receta básica anterior, prestando atención a los detalles, es suficiente para cocinar una gran pizza de una manera bastante fácil. Pero si quieres impresionar a tus invitados con una pizza excepcional, toma nota:
- Para una pizza crujiente, espolvorea la superficie de trabajo con harina de sémola;
- Seca bien la mozzarella antes de ponerla en la pizza, sobre todo si es de tomate: la pizza quedará seca y crujiente;
Desventajas:
- Utilice una sartén ligera y fina: permitirá que el calor se extienda uniformemente.
Hacer pizza en casa puede ser muy satisfactorio, ¡pruébalo tú mismo!